Cagentó!!!
Es que no hay por donde coger esto... A ver...
Me deshago de mis compis de piso, me gasto una pasta en una cena de agarrate y no te menees, convenzo a una pibita (Raquel se llama) que está como un queso de que venga a cenar...
Haceos a la idea: Pibita de 24 años, 1,74 m, 60 kilos prodigiosamente distribuidos. Alucinante. Vino con un top apretaííísimo, blanco inmaculado, dejando ver debajo las maravillas que la naturaleza le ha dado... pordió! ¡Que no sabía yo que podían ser tan redondas! Una faldita corta-corta y roja-roja... esa carita de no haber roto un plato en la vida pero saber latín. ¡¡Que pedazo de moza!! Y además estamos en primavera. De infarto, tios, la moza está de infarto.
Me comporté como si fuera un caballero, hasta busqué un mantel y todo. Vinito vá, vinito viene, cenita maravillosa... y la moza que empieza a claudicar. Empezamos con las bromillas, los tonteitos, a hacer manitas, a rascarnos con los pies por debajo de la mesa... ¡¡Perfecto!! ¡¡Soy un maestro!! ¡¡No hay chavala que se me resista!!
Estábamos en el postre. Una cosa con naranja, nata helada y chocolate caliente (mu gueno, por cierto) y para dijestivo un licorcito de limón de esos que suben rápido. A efectos prácticos, la moza había caido. Ya la estaba "oliendo" y todo...
¡¡Y ME JODEN EL PLAN!!
¡¡¿¿Es que no hay un Diós ahí que controle un poco esto??¡¡ ¿¿eHH??
De repente abre lavs la puerta y entra en tromba cargao de libracos y llorando como una magdalena. Me dio lugar a decir un "Hey!" a modo de sorprendido saludo y desapareció por la izquierda en su cuarto. Estaba cantado que la piba iba a preguntar por él, y lo hizo. Le comenté que era mi compi de piso, que no se preocupase, que no pasaba nada, que enseguida se iría... Pero nada, ella estaba incómoda. La verdad es que yo no escuchaba gemir así desde la última matanza en la que estuve, joder el tio, menuda lloricona. La moza que insiste en saber que coh*ones le pasa a mi compi, y yo que la intento convencer de que el hombre es que es así, que le dan esos puntos lloreros con la cosa del divorcio.
No hubo manera, acabó enfadada por que no iba a consolar a mi amigo. ¿¿Pero que pasa?? ¡¡Vamos!! Que con el divorcio que lleva y la bruja de ex que tiene lo que quiere es que un tipo como yo le de palmaditas en la espalda. ¡¡Amos anda!! ¿Pa qué de qué? ¡¡Ya se le pasará!! Pues nada, ella erre que erre, que soy un insensible que no consuelo a mi amigo...
¡Claro! Si voy a consolarlo al carajo el plan, y si no voy, ¡también!
Al final, eso. ¡¡Al carajo el plan!!
Me acabaré metiendo a monje budista o a arbol de navidad, las bolas ya las tengo de adorno.
Bueno, tampoco es el fin del mundo, aún queda Carolina, si no ha sido una, será la otra, pero alguna cae. Por estas!
¡Volveré! (¿Suena a governador de california?)
Me deshago de mis compis de piso, me gasto una pasta en una cena de agarrate y no te menees, convenzo a una pibita (Raquel se llama) que está como un queso de que venga a cenar...
Haceos a la idea: Pibita de 24 años, 1,74 m, 60 kilos prodigiosamente distribuidos. Alucinante. Vino con un top apretaííísimo, blanco inmaculado, dejando ver debajo las maravillas que la naturaleza le ha dado... pordió! ¡Que no sabía yo que podían ser tan redondas! Una faldita corta-corta y roja-roja... esa carita de no haber roto un plato en la vida pero saber latín. ¡¡Que pedazo de moza!! Y además estamos en primavera. De infarto, tios, la moza está de infarto.Me comporté como si fuera un caballero, hasta busqué un mantel y todo. Vinito vá, vinito viene, cenita maravillosa... y la moza que empieza a claudicar. Empezamos con las bromillas, los tonteitos, a hacer manitas, a rascarnos con los pies por debajo de la mesa... ¡¡Perfecto!! ¡¡Soy un maestro!! ¡¡No hay chavala que se me resista!!
Estábamos en el postre. Una cosa con naranja, nata helada y chocolate caliente (mu gueno, por cierto) y para dijestivo un licorcito de limón de esos que suben rápido. A efectos prácticos, la moza había caido. Ya la estaba "oliendo" y todo...
¡¡Y ME JODEN EL PLAN!!
¡¡¿¿Es que no hay un Diós ahí que controle un poco esto??¡¡ ¿¿eHH??
De repente abre lavs la puerta y entra en tromba cargao de libracos y llorando como una magdalena. Me dio lugar a decir un "Hey!" a modo de sorprendido saludo y desapareció por la izquierda en su cuarto. Estaba cantado que la piba iba a preguntar por él, y lo hizo. Le comenté que era mi compi de piso, que no se preocupase, que no pasaba nada, que enseguida se iría... Pero nada, ella estaba incómoda. La verdad es que yo no escuchaba gemir así desde la última matanza en la que estuve, joder el tio, menuda lloricona. La moza que insiste en saber que coh*ones le pasa a mi compi, y yo que la intento convencer de que el hombre es que es así, que le dan esos puntos lloreros con la cosa del divorcio.
No hubo manera, acabó enfadada por que no iba a consolar a mi amigo. ¿¿Pero que pasa?? ¡¡Vamos!! Que con el divorcio que lleva y la bruja de ex que tiene lo que quiere es que un tipo como yo le de palmaditas en la espalda. ¡¡Amos anda!! ¿Pa qué de qué? ¡¡Ya se le pasará!! Pues nada, ella erre que erre, que soy un insensible que no consuelo a mi amigo...
¡Claro! Si voy a consolarlo al carajo el plan, y si no voy, ¡también!
Al final, eso. ¡¡Al carajo el plan!!
Me acabaré metiendo a monje budista o a arbol de navidad, las bolas ya las tengo de adorno.
Bueno, tampoco es el fin del mundo, aún queda Carolina, si no ha sido una, será la otra, pero alguna cae. Por estas!
¡Volveré! (¿Suena a governador de california?)
Merck
Todos sabemos lo difícil que es convencer a UNA pibita de que se vaya contigo a casa, a escuchar esos disquitos nuevos y tomarse una copita. Pues ayer convencí a DOS. ¡Soy un mostro y un hacha! Nada, allí que el titi que se las trabaja bien durante un rato, coge cada una por un brazo, y a casita. Iba relamiendome de gusto, convencido de que me iba a poner las botas. A las tres y media de la mañana uno espera encontrarse el piso d_e_s_i_e_r_t_o, sin nadie por medio que moleste.